En circunstancias en que se acumulan las gestiones vía correo electrónico, es frecuente que para buscar una determinada dirección se rastree el nombre de la persona deseada en los últimos correos recibidos o enviados, y, una vez localizado, se utilice la función Responder.
Hasta aquí, todo perfecto. El problema es cuando, por pereza o inadvertencia, se mantiene el Asunto primitivo para el nuevo hilo. De ese modo, podemos arrastrar un Asunto ya cerrado en todo un nuevo conjunto de correos que nada tienen que ver con él.
Si se recibe un mensaje con un Asunto antiguo, y se sospecha que puede dar lugar a un largo intercambio, lo mejor es cambiarlo directamente (aunque el hilo no lo hayamos comenzado nosotros) por uno más descriptivo del tema.